jueves, 29 de marzo de 2012

PERSPECTIVAS FUTURAS


PERSPECTIVAS FUTURAS DE LA INDUSTRIA AZUCARERA

El futuro de la industria azucarera es sumamente alentador, pues se trata de una actividad agroindustrial que explota las mejores tierras de la costa peruana y que además cuenta con un importante antecedente de eficiencia y de capacidad tanto en el aspecto agronómico como en el industrial, hecho que le otorga notables ventajas competitivas para incursionar con éxito en el mercado interno y, fundamentalmente, en el externo.
Por otro lado la producción de Etanol, combustible biodegradable y ecológico, que esta teniendo aceptación en el mercado mundial, es un gran desafío para Cofide y para todos los cayaltillanos, pues brindará ingentes ganancias. En cuanto a la producción de azúcar, no debería perderse, y por el contrario debemos potenciar la fábrica para tenerla operativa; luego, buscar las alianzas estratégicas con todos los sembradores de caña de Lambayeque. A este respecto hay que subrayar que es factible alcanzar en unos 3 – 4 años, una producción anual satisfactoria de azúcar comercial. Esta producción nos permitirá volver a ser exportadores netos de azúcar al mercado mundial, así como incursionar en los emergentes mercados de la Cuenca del Pacifico.
Igualmente debería servir de base para un dinámico proceso de diversificación industrial en el campo de su sucro-química, del cual no debería excluirse la cogeneración de energía eléctrica a partir del bagazo. La recuperación de la industria azucarera por su capacidad potencial de generación de divisas y de ahorro de las que actualmente dedicamos a la importación de azúcar, por su efecto en el empleo, en el ingreso y en la actividad productiva regional, adquiere una importancia estratégica para la consolidación del programa de estabilización económica y de desarrollo del país.
Para alcanzar estos objetivos, la industria azucarera deberá someterse a un efectivo e integral proceso de reconversión mediante la aplicación de las siguientes medidas

REINGENIERIA INTEGRAL
La mayor necesidad en el plano empresarial consiste en llevar a cabo un proceso de reingeniería que comprenda los aspectos administrativo, laboral y tecnológico, adoptando acciones inmediatas como las siguientes:

a. REINGENIERIA ADMINISTRATIVA
Este proceso significa corregir de raíz las distorsiones y desordenes administrativos vigentes durante más de dos décadas, destacando entre ellos:
-       Reestructuración total de la organización de la empresa.
-       Eliminación drástica de la improvisación, la demagogia y la politiquería en el manejo de la empresa.
-       Restitución absoluta del principio de autoridad, el orden y la mística por el trabajo y la disciplina.
-       Implantación consciente de los conceptos de eficiencia, competitividad, rentabilidad, productividad, calidad total y de otros que caracterizan el manejo de las empresas modernas.
-       Modernización y automatización de la administración de la empresa.

b. REINGENIERIA LABORAL
Significa corregir profundamente  los aspectos negativos que afectan a las empresas desde el punto de vista laboral. En tal sentido se debe adoptar las siguientes acciones:
-       Restitución inmediata de la jornada de 8 horas diarias de trabajo en la empresa.
-       Restitución del trabajo por tarea sobre todo en el área de campo. Y que estas sean de acuerdo a las capacidades del trabajador.
-       Reglamentación de los permisos por enfermedad y licencias, circunscribiéndolos exclusivamente a los casos realmente atendibles.
-       Recuperación conceptual de los valores laborales como el orden, disciplina, respeto, puntualidad, honradez.
-       Recuperación de la mística e identificación con el trabajo y con la empresa.
-       Establecimiento de incentivos por eficiencia, responsabilidad, creatividad y productividad y
-       Evaluación del personal en función de las características del cargo que desempeña.

c. REINGIENERIA TECNOLOGICA
La incorporación de tecnología de punta, tanto en campo como en fábrica, es fundamental para la recuperación de la capacidad productiva y de nivel de eficiencia de las empresas azucareras, teniendo en cuenta que durante las dos últimas décadas el componente tecnológico fue irresponsablemente relegado sin ni siquiera mantener los niveles alcanzados antes de la reforma agraria.
Este atraso tecnológico y la ausencia de innovaciones, ha incidido fundamentalmente en los costos de producción, contribuyendo a la caída de la rentabilidad de la industria azucarera.


CAPACITACION DE LOS TRABAJADORES PARA SU PARTICIPACIÓN 
COMO SOCIOS DE LA NUEVA EMPRESA
Es de imperiosa necesidad y urgencia que se implementen programas de capacitación para los trabajadores de cada una de las áreas, a fin de que tomen conciencia cabal de la importancia de su participación en esta nueva etapa del proceso de reconversión empresarial. El papel del trabajador debe ser distinguido claramente, especialmente teniendo en cuenta su situación simultánea de accionista de la empresa y de trabajador. Los programas de capacitación deben infundir con claridad los deberes y obligaciones así como los derechos que asisten a los trabajadores en su doble situación de socios accionistas “dueños” y, a la vez, de asalariados “peones”.

Debe también difundirse conceptos tales como: empresa, acciones, utilidades, Bolsa de Valores, transferencia de acciones, manejo gerencial, eficiencia, productividad, rentabilidad, mercado, competitividad, inversión, capitalización, incentivos por eficiencia, marketing, economía solidaria, etc. Cursos completos de Administración de Empresas, Contabilidad Financiera para trabajadores e hijos de socios jubilados, para conseguir el personal idóneo que administrará la empresa en el futuro próximo.  Estas capacitaciones deben ser con carácter permanente y obligatorio para todos los trabajadores, accionistas e hijos; es decir, se debe producir con este esfuerzo una reingeniería mental en los trabajadores y técnicos de la empresa azucarera, con el consecuente cambio de actitud en cada uno de ellos. Se debe tener muy presente en todo momento que no sólo se trata del cambio de nombre de Cooperativa a Sociedad Anónima, y ahora en Alianza Estratégica con Cofide y la española Bio Terra, sino que lo más importante es el cambio de actitud y de mentalidad que debe producirse en cada uno de los trabajadores de la empresa, que permitirá el progreso y desarrollo de la Empresa, de los Accionistas y del Distrito (todos los habitantes).

COMENTARIO FINAL
A manera de conclusión conviene señalar que, tras medio siglo de vigoroso desarrollo empresarial hasta 1968 y después de 33 años de estancamiento tecnológico, retroceso productivo y crisis económica y social, la empresa azucarera se enfrenta ahora al reto de ingresar a una nueva etapa en condiciones de eficiencia y competitividad que le permitan atender una creciente demanda interna y las exigencias de una economía mundial globalizada.
Para lograrlo, posee ventajas comparativas y competitivas únicas en el mundo. Por ello, constituye una excelente oportunidad de inversión para los capitales privados interesados en hacer negocios.
Es en ese sentido, Cayaltí esta abierta al mercado mundial y a las exigencias de estos, y es por eso que actualmente se producen cultivos alternativos que tiene como finalidad paliar el actual momento que se vive. Entramos a una nueva etapa con el Proyecto de Producción de Etanol, es un nuevo giro que representa sustanciales ganancias para todos los cayaltillanos, especialmente para los comprometidos con la empresa Cayaltí.
Lo realmente difícil era asumir el reto y tomar las medidas de cambio, las mismas que se adoptaron, con firmeza y decisión, con la seguridad de que contribuirán a crear nuevas perspectivas de futuro y de que constituyen el punto de partida para una industria que no debe dejarse de lado, como la azucarera, que puede y debe aportar mucho al desarrollo del país.
El compromiso de las empresas afincadas en la localidad, debe ser el de abrirse a la sociedad cayaltillana; no solo a sus trabajadores, la tierra que los acoge también espera de ellos. Tal es el caso de Telefónica, Ensa, Backus, Cofide, otros; Cofide es el único que se proyecta a la comunidad, hace falta el involucramiento o compromiso de todas las empresas que están obteniendo ganancias en Cayaltí.

NOTA APARTE: Cayaltí como empresa siempre ha sido gobernada por los ingenieros que aquí nacieron, y por otros que llegaron de fuera con el afán de hacer carrera y dinero; todos estos concordaron y formaron una sociedad no registrada, al fin y al cabo en sus mentes estaba que algún día Cayaltí desaparecería del mapa, por elucubraciones propias o por directrices enviadas desde el aparato estatal.
Gente con poder desde el interior del Congreso y hasta Ministros, le habían puesto el ojo a la industria azucarera, su meta apropiarse de estas, en el más corto plazo y fingir una quiebra total para liquidar al personal y luego empezar de nuevo sin los beneficios conquistados por la masa trabajadora. Prueba de ello, en algunas azucareras existe familiares de congresistas figurando como accionistas y propietarios.
Recordemos que cuando entraba caña de sembradores, los técnicos encargados de esta área, comprobaban que tenía sacarosa 14 y se le pasaba como de 18, que le servía para mejorar la producción del sembrador, perjudicando a la empresa. En otra oportunidad se vendía el jugo de caña, como si fuera melaza de tercera. Y estas debilidades no se hacen gratis, tienen un costo. Todas estas acciones dirigidas, tenían como fin destruir a Cayaltí y casi lo logran.
Observación y evaluación permanente a estos personajes, Cayaltí no puede fracasar, desde el interior, desde las entrañas de la empresa se fecunda otra vez: la quiebra empresarial, que se constituye en el hambre de los hijos de los trabajadores y de sus esposas.
Cofide con mucho cuidado y a paso firme, no te descuides y no niegues que la maldad existe. Ni a vuestros técnicos que son de su entera confianza se les debe dar la espalda.

SE HABLÓ MUCHO DE AUDITORÍAS REALIZADAS EN CAYALTÍ, YEHUDE LAS MENCIONÓ Y DIJO QUE HABRÍAN DENUNCIAS, HASTA LA FECHA HAN PASADO VARIOS AÑOS Y TODO HA QUEDADO EN EL OLVIDO… SOMOS ENEMIGOS DE LA CULTURA DE LA IMPUNIDAD, YA QUE ESO PERMITIRÁ QUE SE VUELVA A REPETIR EN EL FUTURO, LO QUE NO SE SANCIONÓ DRASTICAMENTE EN SU MOMENTO. ESPERAMOS QUE SE HAGAN LAS DENUCIAS AL ORGANO PERTINENTE Y SEPAMOS LO QUE ARROJARON ESAS AUDITORÍAS.


¡APOSTAMOS POR UN COMITÉ DE VIGILANCIA FORMADO POR HIJOS DE JUBILADOS!

¡CAYALTÍ NO DEBE SER MÁS UN BOTIN DE PROPIOS Y EXTRAÑOS!

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